El ser humano es romántico y nostálgico por naturaleza, algo que se refleja de forma periódica en sus hábitos de consumo. Es por esta razón que, de cuando en cuando, determinados productos regresan tras años en el ostracismo y después haber sido realmente populares décadas atrás. Es el caso del bálsamo del tigre.
El bálsamo del tigre fue en su momento uno de los productos clásicos que no faltaba en casi ninguna de las boticas o armarios de baño de los hogares españoles. Un bote pequeño, relleno de un ungüento viscoso y decorado con una imagen de un tigre más bien propia de un calendario chino. Pero, ¿en qué consiste exactamente el bálsamo del tigre?
Este producto procede de la medicina tradicional china y se empezó a comercializar a finales del siglo XIX con su utilidad contra dolores de cabeza y musculares como uno de sus principales atractivos. Su rápido éxito hizo que su uso se propagase primero más allá de los límites del imperio chino y posteriormente por todo el mundo.
Está compuesto principalmente de alcanfor, mentol, aceite de cajeput, aceite de canela, aceite de clavo y aceite de menta. Tal y como explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su página web, los principios activos de esta pomada son los dos primeros, el alcanfor y el mentol, que tienen propiedades analgésicas.
Al tratarse de una pomada, su método de empleo es simple: debe aplicarse con la mano masajeando la zona dolorida en círculos. Hay que evitar, eso sí, aplicarla cerca de los ojos o de las mucosas, o en heridas abiertas o zonas enrojecitas, irritadas, agrietadas o secas. Tampoco es recomendable usarla sin una limpieza previa de manos, en menores de 12 años o durante el embarazo o la lactancia.
Tiene múltiples aplicaciones, aunque las más frecuentes son en casos de dolores de cabeza por tensión, cuando sufrimos dolores musculares o articulares e incluso para las picaduras de mosquitos. De acuerdo con la información de la OCU, el bálsamo del tigre actúa "'engañando' a las terminaciones nerviosas con sensaciones de enfriamiento y calentamiento, interrumpiendo otras señales de dolor". Es por eso que, en el momento de su uso, es frecuente notar cierto calor o frío en la zona en la que se ha aplicado.
La OCU advierte de que el bálsamo de tigre puede tener efectos secundarios que hay que vigilar: enrojecimientos, quemazón, picor, irritación de la piel, dificultades respiratorias (si se usa en el pecho) o dermatitis. Por eso, el organismo recomienda que, en caso de dudas, el interesado en usar el bálsamo del tigre pruebe primero a usarlo en el antebrazo y comprobar si sufre alguno de estos efectos secundarios.
Este producto ha vuelto a la popularidad después de varias décadas de letargo. La OCU explica que "algunos datos indican que se venden 66 millones de unidades al año" y entre una de las causas de su resurgir está la amplia comercialización del bálsamo, que se puede conseguir en farmacias, perfumerías, tiendas de deporte, otros comercios e incluso supermercados como Mercadona (que lo comercializa bajo el nombre 'Bálsamo oriental') o plataformas de venta online tan universales como Amazon, en la que se ha convertido en un remedio muy popular y demandado entre sus usuarios.
En la era de la globalización y las redes sociales, el bálsamo del tigre ha recibido a través de las mismas la promoción de verdaderos ídolos de masas. Es el caso, por ejemplo, de la cantante Lady Gaga, que ya por 2011 recomendaba el uso de este ungüento en su perfil de la red social Twitter.
Otras 'celebrities' también han gritado a los cuatro vientos su buena experiencia con el bálsamo del tigre. La actriz Gwyneth Paltrow lo ha recomendado en su portal Goop como uno de sus secretos cuando tiene problemas musculares, el actor Benedict Cumberbatch ha asegurado que le sirvió de mucha ayuda durante el rodaje de las escenas de acción de la saga 'Doctor Strange' e incluso David Beckham, al que su madre le aplicaba este remedio en las sienes para aliviar sus dolores de cabeza, tal y como reflejó El País en este artículo.