Lotería Nacional de hoy sábado, en directo | Sorteo Extraordinario de 3 de septiembre 2022
Cubo tapizado modelo Square de Jonathan Olivares para Moroso, de dimensión reducida y línea abstracta, con tapicería de Kvadrat
Esta semana se acaba de celebrar el Salón del Mueble de Milán, acompañado de numerosas exposiciones por toda la ciudad. Y aunque tradicionalmente Milán se convierte en capital mundial del diseño en el mes de abril, los trasiegos de la pandemia la han agendado esta vez en junio. Las nuevas creaciones llegan con ganas de ocupar un lugar vistoso en la casa y los espacios que habitamos.
Colección Onsen de Quincoces y Meda para Gandia Blasco; piel sintética para exterior cierra la volumetría cúbica
Perfiles que quieren sorprender y colores sin complejos, como llave para incrementar la expresividad y la temperatura visual. Elementos que desean ser útiles a las funciones cotidianas, acoger con comodidad el cuerpo y, a veces, también satisfacer el espíritu de fabulación.
Milán da cabida a todos. Consagrados como Peter Zumthor, un Pritzker de arquitectura que ahora lanza colección de mueble, recopilando diseños hechos para proyectos específicos tras 50 años de carrera. O jóvenes promesas, abordando con brío la cotidianeidad, expuestas en el Salon Satelitte de la feria.
Diseño de André Ricard relanzado por Calma. Roble, cuerda de celulosa reciclada en color natural
También resuenan en Milán algunos nombres propios de la moda, como el legendario Paul Smith con refinados sofás, o la marca Jacob Cohën, sinónimo de tejanos de lujo. El denim se asienta en la casa y a su favor juega el azul, tono de la calma.
Colección Everyday Life de Paul Smith y DePadova. Cuero atado a la estructura de madera
El diseño que despunta propone relax y cierta informalidad, aunque sin perder la compostura elegante y con vocación de inédito. Este es también el año de las experiencias inmersivas, la creación digital en 3D para vivenciar o sublimar las posibilidades del espacio material. Ya se ha cumplido el reto de figurar entre las primeras compañías de diseño que exploran el mundo del cryptoarte.
Uno de los diseños artísticos de Andrés Reisinger
Andrés Reisinger es actualmente uno de los diseñadores-artistas digitales más cotizados. Sus imágenes de ensueño donde muestra espacios interiores arquitectónicos y muebles de contorno inesperado, lo han vinculado al sector. Hasta el punto que algunos se han materializado. Como el sofá Hortensia, que actualmente produce la firma Moooi. Y otras colecciones difitales han devenido en parte tangibles. Para él un sofá o una silla, además de su función intrínseca implica un código social y en si misma transmite una historia. En Milán, ha presentado la instalación Too much, too soon!, en la prestigiosa Galeria Nilufar, con cuatro lámparas o “esculturas iluminadas”. En esta ocasión reales (y sin contrapartida digital) realizadas con metal cromado y lacado, cuyo espíritu creativo se inspira en el free jazz de los 50 y 60 del siglo XX. Reisinger, nacido en Argentina y actualmente con estudio en Barcelona, hace un par de años que se mueve en el universo de los NFTs. No son fungibles, pero si intangibles. Y, de momento, en el mundo doméstico la experiencia física y táctil sigue al alza.
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