Si nada de lo que ves en las tiendas de decoración te convence por completo quiere decir que es el momento de ponerse creativa. ¿Ese mueble al que verías tantas posibilidades si fuera de otro color? ¡Píntalo!

¿Y qué me dices de esa cajonera que te encanta pero que nunca te llevarías a casa por culpa de sus espantosos tiradores? Solo tienes que cambiarlos. Ha llegado el momento de ponerse manos a la obra y aprender algunas técnicas para que ese mueble sea tal y como nos gustaría.

Por eso vamos a empezar por algo sencillo, una pequeña manualidad para la que no necesitaremos sacar el martillo, usar el taladro ni intentar descubrir después de tantos años qué es eso del ‘mejunje Art Attack’.

Puede que tengas este mueble metálico en casa, una pieza que compraste porque en su día te gustó y te pareció justo lo que necesitabas para tu proyecto de decoración, pero ahora ya no te convence.

Tus gustos han cambiado y este mueble tan metálico, tan brillante y tan nuevo ya no tiene cabida en tu salón. Es el momento de darle una nueva vida como mueble envejecido, con cierto aire vintage y desde Ikea nos enseñan a hacerlo.

Si te gusta la idea pero no tienes este mueble en tu casa, porque había un detalle que no te convencía, todavía puedes adquirirlo. Es del modelo Ikea PS y te costará 100 euros. Ideal para guardar lo que desees porque sus puertas tienen cerradura.

Para empezar tenemos que saber de qué color quieres que sea tu mueble una vez terminemos de convertirlo en nuestra obra de arte. En este caso será azul.

Necesitarás comprar, si es que no lo tienes en casa, una pintura en spray del color elegido, una lata de pintura del mismo color que el spray y otra de color marrón rojizo. También dos brochas y papel de lija.

La pintura en spray es muy cómoda y sencilla de aplicar. Eso sí, hay algunas recomendaciones que debes seguir. La primera es usarla en un espacio lo más ventilado posible, para evitar que lo respires y pueda darte problemas.

Es muy ligera, así que no te cortes a la hora de cubrir el suelo con papel protector. Siempre será más sencillo quitarlo que tener que limpiar si no calculamos bien con la pintura.

Limpia bien el mueble antes de comenzar y después, rocíalo con una primera capa de pintura en spray, hazlo sin miedo porque debe cubrir la superficie al completo. ¡Presta atención a los detalles!

Una vez que esté seco, coge las brochas y los botes de pintura. Empieza a dar toquecitos al armario alternando los dos colores, para crear la sensación de envejecido. Cuando consigas el efecto que deseas, deja que se seque de nuevo. Para terminar solo tendrás que lijar los cantos del mueble.

Colócalo donde más te guste y disfruta de un armario como nuevo y que, otra vez, tiene un hueco en tu hogar.

Si nada de lo que ves en las tiendas de decoración te convence por completo quiere decir que es el momento de ponerse creativa. ¿Ese mueble al que verías tantas posibilidades si fuera de otro color? ¡Píntalo!