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Qué tipo de perchas elegir (y cuáles no) para que la ropa te dure más y ocupe menos en el armario.
Con permiso del móvil, nuestro armario es una de las primeras cosas que vemos cada mañana, pero a veces no está tan ordenado como nos gustaría. La falta de tiempo, la pereza o incluso el agobio de no saber por dónde empezar son los motivos por los que no siempre le damos la suficiente importancia. Nos pone de los nervios ver trastos tirados por el salón o acumular platos sucios en el fregadero, pero con el armario nos relajamos, porque sabemos que sus puertas ocultarán nuestro desastre.
El secreto para ganar espacio en tu armario y mantenerlo organizado es más fácil de lo que piensas. Lo primero que debes hacer es invertir en unas buenas perchas. Se acabó mezclar perchas de metal, plástico o madera, basta de hacer combinaciones imposibles de colores y utilizar perchas de tamaños y formas diferentes. Ha llegado el momento de darle un giro de 360º a tu armario.
Una publicación compartida de Organizadora Profesional (@tamaracalvo.op)
Las perchas son la columna vertebral de cualquier armario o vestidor y elegirlas tiene su miga. Es esencial buscar las adecuadas para que tus prendas estén cuidadas, no se deformen o se caigan. Te desvelamos todas las claves que necesitas saber:
A la hora de decidir qué perchas necesito, hay que pensar en los siguientes aspectos. Por un lado, el material de dichas perchas y, por otro, el tipo de prenda para la cuál han sido diseñadas. Otro punto relevante es el espacio del que dispongamos en nuestro armario.
Las favoritas de las Organizadoras Profesionales. Son suaves, finas, elegantes e ideales porque ocupan poco espacio y cuidan hasta las prendas más delicadas. Su material es antideslizante y aunque son bastante resistentes, hay que tener precaución de no usarlas para abrigos muy pesados.
Son más robustas y ocupan más espacio que las aterciopeladas, aún así son perfectas para cualquier tipo de prenda. Además, las puedes encontrar de diferente grosor en función del tipo de prenda que vayas a perchar: trajes, americanas, abrigos… Son por excelencia la opción más conocida y utilizada.
Normalmente, son las más económicas, pero si no son de buena calidad puede que se rompan fácilmente. Además, para evitar que las prendas se resbalen, presta especial atención, ya que deben tener bandas antideslizantes o unas pequeñas hendiduras a cada lado.
Este tipo de perchas son finas y muy resistentes. La única pega es que no son precisamente silenciosas y puede resultar un poco molesto el tintineo que hacen al chocar unas con otras.
La única función de las perchas de tintorería es la de trasladar la prenda de la tienda a casa. Una vez ahí, hay que cambiarla por una de las perchas del armario. Lo correcto sería preguntar en tu tintorería habitual si las perchas son retornables porque en algunas las reutilizan o te dan dinero por ellas.
Las perchas con clips ajustables son ideales para faldas, shorts o, en ocasiones, para pantalones. En caso de utilizarlas, fíjate en que el agarre sea acolchado para que no deje marcas en tus prendas.
Las perchas que son específicas para colgar varias piezas ayudan a ahorrar espacio, pero suelen acabar pesando mucho y resultando incómodas. Por eso, intenta colocar solo una prenda por percha y, de paso, evitar que se arruguen las prendas.
Para que nuestro armario luzca bonito, además de organizado, es recomendable que las perchas sean iguales o con tonalidades similares. Decántate por colores neutros y la armonía será la reina del armario. Los colores más habituales son el negro, marfil, blanco, gris, mint…
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Los ganchos de las perchas tienen que ir siempre en la misma dirección. Nada de poner uno hacia dentro y otro hacia afuera, porque además de que se enganchan unas con otras, transmite una sensación desagradable visualmente hablando. Por tanto, el gancho debe estar colocado hacia el interior del armario.
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